La edificación industrial se encuentra en un momento clave y los ingenieros civiles son parte esencial en este proceso, quienes se erigen como figuras esenciales
La edificación industrial está en un momento clave en su evolución y, como parte esencial en este proceso, se encuentran los ingenieros civiles, quienes se erigen como figuras esenciales para que todo funcione y encaje a la perfección. Porque de lo que no hay duda es que los edificios industriales están más vigentes que nunca.
Aunque estas afirmaciones puedan parecer atrevidas, consideramos que es la visión más acertada, especialmente desde la perspectiva de la Ingeniería Civil.
La importancia de la edificación empresarial y la obra civil
Poco se puede decir ya que no se haya expuesto en anteriores ocasiones acerca de la importancia de la edificación industrial, pero conviene recordar que las construcciones nacidas en entornos empresariales no solo suponen un motor para la economía local y para la creación de empleo, sino que además se hallan en la vanguardia técnica.
No en vano, numerosos avances que se han extendido en la construcción se probaron con antelación en polígonos y parques industriales, lo que da una buena muestra de que estamos hablando de un sector que suele responder con creces a los constantes requerimientos de una mayor cualificación.
En esta continua mejora ha influido la obra civil, pues ha marcado los parámetros por lo que está discurriendo la edificación empresarial, dando lugar a construcciones de gran calidad que incluso en los momentos más críticos han resultado de gran ayuda.
Precisamente en este punto, no hay que olvidar cómo numerosos edificios se han reconvertido durante la pandemia de coronavirus. Ya sea como almacenes, como hospitales improvisados o como lugares para llevar a cabo la vacunación, los edificios empresariales han demostrado su versatilidad y su valía para muy diversos menesteres.
La evolución de la edificación industrial
Así pues, no es de extrañar que muchas de las edificaciones sean consideradas infraestructuras económicas básicas de interés general. Claro que no siempre ha sido así, sino que se ha experimentado una constante evolución en la que los ingenieros civiles han resultado ser una pieza angular.
Esa evolución no ha llegado a su fin. Actualmente, se sigue trabajando en mejorar estas estructuras y en adecuarlas a una realidad que nadie debería pasar por alto: la necesidad de cuidar el medioambiente.
Desde París 2015, numerosos países se han sumado al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que marcó la ONU, básicamente para conseguir una mayor justicia social, para frenar la pobreza y para luchar contra el constante deterioro medioambiental.
Ni que decir tiene que el sector industrial suele observarse con lupa, dado que tradicionalmente ha sido uno de los mayores emisores de agentes contaminantes. Por consiguiente, existe un enorme reto por delante... un desafío que comienza desde la propia planificación de los edificios.
Como se puede adivinar, este camino señalado por las instituciones y por los organismos internacionales está acelerando la evolución antes mencionada. Esto se traduce en la creciente construcción de edificios sostenibles, en el uso masivo de la tecnología (edificios inteligentes) y en la implantación de modelos de economía circular. Y es en este proceso en el que el ingeniero civil juega un papel fundamental.
La labor de los ingenieros de civiles
Sus conocimientos y su experiencia ayudarán a mejorar la planificación no solo durante la construcción de los edificios destinados a actividades empresariales, sino también durante la concepción del polígono industrial o del parque empresarial en el que vayan a estar situados.
Tanto es así que podríamos asegurar que los ingenieros civiles son los que van a ofrecer la mejor percepción global de cada proyecto, ya que tendrán presentes todos los factores que se hayan de cotejar: desde el cálculo de estructuras, hasta la elección de los materiales más adecuados, pasando por la dinámica de procesos y, por supuesto, por un exhaustivo conocimiento de la legislación vigente.
Visión holística
Esta visión holística les convierte en la piedra angular del equipo de profesionales, puesto que será el único perfil capaz de coordinar a todos los demás, adaptando el proceso de edificación a las recomendaciones y normativas dispuestas por los diferentes organismos, ya sean, locales, autonómicos, estatales e incluso internacionales.
Asimismo, del buen hacer del ingeniero y de su formación en ingeniería estructural dependerá la elección de los materiales con mejor relación calidad-precio, así como la garantía de que la construcción tiene el correspondiente sello de calidad.
De hecho, en este punto queremos recordar la importancia de los estudios de Ingeniería Civil que se imparten en la Universidad de Alicante para nutrir al mercado de profesionales esenciales capaces de proyectar las más complejas soluciones estructurales.
El futuro de los edificios y de los polígonos industriales
Una vez expuestos los argumentos que corroboran las afirmaciones realizadas al comienzo de esta tribuna, no está de más incidir en que la edificación industrial es y seguirá siendo sumamente útil para el desarrollo económico local.
Y precisamente sobre su futuro a corto plazo se puede apuntar que la evolución nos encamina a un modelo de economía circular en el que impere el reciclaje y la eficiencia ecológica.
Acerca de este último punto, además de estar relacionado directamente con la Agenda 2030, cabe señalar que supone un ambicioso objetivo al que han de aspirar no solo las edificaciones industriales individualmente, sino los polígonos o los parques empresariales como espacios donde se concentran todo tipo de actividades, muchas de las cuales convergen entre sí. Se puede, así, colaborar en el fomento del autoabastecimiento energético, del reciclaje y del uso comunitario de algunas infraestructuras y comunicaciones.
Esas medidas conducirán a aunar un importante ahorro económico con el cuidado del medioambiente -reduciendo el transporte y el consumo energético-. En definitiva, todo tenderá a que cada parque industrial se convierta en un ecosistema en el que todos los miembros habrán de estar relacionados.
El futuro de las edificaciones industriales ha de pasar por lograr mayor eficacia y eficiencia energéticas. En este caso, la implantación de las últimas tecnologías (Internet de las Cosas, Inteligencia Artificial...) en las infraestructuras, el uso de aquellos materiales que vayan a ofrecer un mejor rendimiento y una mayor seguridad a los trabajadores, así como la promoción de modelos de desarrollo industrial sostenibles serán las sólidas bases sobre las que construir un futuro que cada día se antoja más definido... gracias en buena parte a la labor de los ingenieros civiles.