Contratar hoy en día a un Ingeniero Civil o a un Ingeniero Técnico de Obras Públicas resulta una garantía de calidad y de servicio en todo tipo de obras.
Por su formación y polivalencia, el titulado en ingeniería civil se está convirtiendo por mérito propio en uno de los técnicos más buscados por empresas, comunidades y particulares. También a las distintas Administraciones les atrae la transversalidad de los conocimientos del Ingeniero Civil y su capacidad resolutiva. Por ello, el Colegio es parte activa en la reconstrucción de la Vega Baja y en este sentido, muestro mi satisfacción por la gran respuesta que nuestros colegiados han dado a las necesidades de apoyo técnico derivadas de los efectos de la DANA del pasado septiembre.
Comunidades de regantes, ayuntamientos del Bajo Segura como Almoradí, empresas y particulares han podido disponer y seguirán contando, a través del Colegio, de técnicos cualificados para proyectos de reconstrucción y para la actual evaluación de daños en infraestructuras y bienes particulares, que no ha finalizado.
No en balde, nuestras especialidades de Construcciones Civiles, Hidrología y Obras Hidráulicas, así como Transportes y Servicios Urbanos, hacen de nuestros profesionales los mejor cualificados para la evaluación de daños por riadas y para la posterior defensa y rehabilitación de estas infraestructuras y edificaciones, sean de titularidad pública o privada.
En otro orden de cosas, en aras a un mejor funcionamiento colegial, se está tramitando internamente la transformación del CITOP en un Consejo General de Colegios de Ingenieros Civiles, de manera que las
actuales demarcaciones o «zonas colegiales » se puedan transformar en Colegios con personalidad jurídica propia y capacidad de obrar en sus respectivos territorios. Como Decano he decidido, con el apoyo
de mi Junta de Gobierno, continuar la labor iniciada por mi antecesor en el cargo, Pedro Juan Alix Guirao, y tramitar ante la Consellería de Justicia, Interior y Administración Pública la creación del correspondiente Colegio. Así pues, los Ingenieros Civiles alicantinos dispondrán de un nuevo Colegio de ámbito provincial, mediante la iniciativa legislativa correspondiente. Estos ajustes organizativos se enmarcan en el programa de modernización de las estructuras colegiales, forzado por la vertiginosa transformación del panorama profesional español en el último decenio. Ni que decir tiene que, tanto el Plan Bolonia de armonización de los estudios universitarios, como las nuevas leyes de Defensa de la Competencia y de Unidad de Mercado de inspiración europea, complementadas con la doctrina jurisprudencial, ya definitivamente asentada en 2010, sobre interpretación de la veterana Ley de Atribuciones Profesionales de los Ingenieros Técnicos de 1986, y la que entendemos se está lentamente «cocinando» en la Audiencia Nacional y Tribunal Supremo respecto a la obsoleta Ley Orgánica de la Edificación (LOE), transformarán definitivamente nuestro viejo mercado profesional de corte exclusivista en otro más justo y libre, condicionado únicamente por la formación y experiencia de los técnicos titulados y la confianza que generan en el usuario que libremente los busca.
Como colofón y al hilo de lo hasta aquí expuesto, deseo recalcar una vez más que nuestros colegiados son los profesionales de futuro, polivalentes y transversales, formados en todas las disciplinas de la obra
civil y de la edificación, que me complace representar en Alicante y ofrecer al sector de la construcción y a la sociedad alicantina en general.
artículo publicado en el diario información 27 de octubre